REPRODUCCIÓN POSTURA E INCUBACIÓN
El comportamiento reproductivo es algo que todavía no está claro, el inicio de la postura parece ser variable, las hembras en cautiverio parecen estar en condiciones de poner su primer hubo al cumplir sus 2 años de edad. El macho en cambio parece estar en condiciones de poder fertilizar, recién a partir de los 3 años. Estos datos por ahora especulativos deben ser verificados con el seguimiento del programa e incrementando nuestro conocimiento sobre la biología reproductiva de la especie en libertad; y comparando con otras pavas del mismo género criadas en cautiverio en otros países. En estado silvestre el nido tiene forma de una sesta aplanada en su parte superior, formado por ramas secas y cortas, no usa hojas ni otros materiales. De apariencia insegura pero suficientemente resistente para el peso del ave y sus huevos, aparentemente construyen un nido para cada postura y la temporada de reproducción es entre Enero y Agosto, variando el pico de ella según las condiciones de humedad del año.
Al parecer la pava aliblanca tiene varias estrategias de nidificación o una gran adaptabilidad a las condiciones de sus hábitat; En algunas zonas sus nidos los construyen relativamente bajos (2,5- 3 m.); en otras los haría sobre árboles más altos (5 – 6 m.) y tenemos una tercera opción, registrada en Negrohuasi que dicen que las pavas anidan sobre grandes rocas, incluso nos afirma un poblador que de un nido de éstos, proviene el primer que tuvimos en cautiverio.
En cautiverio normalmente no hacen nido sino que aceptan un sustituto muy bien hecho, aún cuando hemos apreciado recientemente que acomodan su lugar de incubación e incluso depositan material o por lo menos intentan la construcción de un nido. Ponen un máximo de 3 huevos con una media de dos, éstos son de tamaño grande y de color blanco. La incubación dura exactamente 31 días y es realizada por ambos padres, la mayor parte la realiza la hembra, el macho sólo colabora esporádicamente; tanto en libertad como en cautiverio hemos podido apreciar que cuando la hembra incuba el macho permanece cerca atento a cualquier actividad extraña para dar la voz de alarma y huir y atacar si es preciso. Probablemente realicen dos nidadas por año. los lugares de nidificación deben tener por lo menos 80% de cobertura vegetal, agua en las cercanías, poca gente y poco ganado.
A pesar d contar con sólo dos parejas reproductivas, se han logrado tener en cautiverio 10 pichones criados y actualmente 9 de ellos son juveniles, o semiadultos, habiéndose formado ya una pareja de ellos. Encontrándonos en posesión en el zoocriadero de 5 líneas de sangre no emparentadas imposibilitando por el momento la consanguinidad.
Una preocupación muy fuerte es la tasa de huevos infértiles, debiendo agregar que al parecer este problema afecta tanto a los ejemplares del cautiverio como del estado silvestre; ya que de dos nidos estudiados en su hábitat natural y de los 5 huevos puestos e incubados, no se obtuvo el nacimiento de ningún polluelo; en cautiverio estamos por optar el vitaminizar a los ejemplares con vitamina “E” o de la fertilidad.
SELECCIÓN DE PAREJAS
La selección de parejas reproductoras es el punto más importante en el éxito del programa de crianza en cautiverio. Presenta diversos inconvenientes difíciles de superar, por ejemplo si no hay afinidad no hay reproducción, incluso una mala selección puede causar peleas y daños irreparables. El emparejamiento se ha hecho hasta hoy en forma casi empírica o como resultado de la observación permanente de los ejemplares. Desconocemos el mecanismo de formación de parejas en estado silvestre. No sabemos si los hermanos se quedan juntos, lo que sería perjudicial por la consanguinidad; no sabemos tampoco si las parejas de pavas que vuelan juntas son hembra y macho, ni a que edad se unen ls pavas en parejas y si éstas son estables o no.
Aparentemente no parece existir dimorfismo sexual en esta especie, por lo que en 1982 el Dr. Mike Wallace de la Universidad de Wisconsin, usando la técnica quirúrgica de laparoscopía, procedió a sexar 10 ejemplares, durante la posterior recuperación, murieron 2 ejemplares y un ejemplar resultó ser incorrectamente sexado, probablemente debido a su juventud . en setiembre de 1984 al iniciarse las pruebas de separarlos por parejas, se intentó colocar dos parejas en una misma jaula. El resultado fue desastroso, ya que la pareja visitante murió en pocas horas, a pesar de no observarse peleas entre ellos.
Actualmente estamos a la espera de la comprobación de un sutil dimorfismo sexual, según observaciones del Biólogo Víctor Raúl Díaz M. De ser correcta se facilitaría enormemente el emparejamiento, con el consiguiente beneficio e incremento del éxito reproductivo.
Actualmente debido a esta última razón se ha logrado separar ya , una pareja de ejemplares nacidos en cautiverio, anillados la hembra con el número 344 que es el segundo pichón nacido en cautiverio, y tiene 2 años de edad; y el macho marcado con el anillo número 263 , menor que la hembra por dos meses, éstos ejemplares están debidamente registrados y no están emparentados entre si; la hembra no incuba, un huevo rescatado ha sido colocado a una pava común para que lo empolle, aunque creemos que los ejemplares son muy jóvenes para la reproducción. Queremos confirmar esta buena nueva y esperamos no descartar técnicas modernas para hacerlo.
MOVILIZACIONES Y TERITORIALIDAD
Las pavas realizan desplazamientos interquebradas, así como en una misma quebrada, dependiendo de la época y alimentos.
Las movilizaciones entre quebradas son realizadas en busca de alimento, sombra y cobertura en los meses secos; no todas las pavas realizan este tipo de desplazamientos y estas suelen ser temporales.
Dentro de una misma quebrada acuden a zonas con alimentos específicos. Para desplazarse las pavas realizan vuelos cortos de rama en rama, aunque pueden ejecutar vuelos planeados de hasta unos 200 mts. En este caso el vuelo es muy característico, con un aleteo fuerte, cadencioso, pesado, con moderado batir de alas; el cual es inconfundible y permite apreciar en toda su magnitud la belleza de sus partes blancas n las puntas de ambas alas. También puede correr con la cola levantada y rápidamente entre la maleza del suelo.
Las pavas poseen un fuerte instinto territorial, aún no tenemos estimados de su territorio. Este es elegido por una pareja y defendido mediante fuertes gritos o riñendo directamente, a veces basta emitir el grito de territorialidad para alejar a la pava invasora, otras en cambio hay conatos de peleas en las que se acerca amenazadora, agachando la cabeza y persiguiendo a la invasora hasta expulsarla. Hemos podido observar como un grupo aparentemente familiar expulsaba a un individuo, que persistentemente trataba de integrarse al grupo de 5 pavas (¿sería un hermano de otra camada? ¿Un individuo tratando de formar pareja?).
VOCALIZACIONES
La pava aliblanca tiene el grito más fuerte y característico entre todos los animales que comparten su hábitat y puede ser percibido a una gran distancia según las condiciones.
La mayor frecuencia de vocalizaciones y gritos se presenta en los meses de reproducción. Tanto el macho como la hembra emiten estos sonidos. Pobladores refieren que hay diferencia entre los gritos de macho y hembra, idea que no se ha podido comprobar. Sin embargo en cautiverio hemos observado que hay algunas vocalizaciones que son realizadas con más frecuencia por los machos que por las hembras y viceversa.
Las pavas están constantemente vocalizando, hemos podido escucharlas y grabarlas, pretendiendo darles algún significado. En cautiverio como en estado silvestre emiten vocalizaciones en horas de la noche o madrugada cuando hay luna llena.
ALIMENTACIÓN
Las pavas se alimentan de una gran variedad de frutos, flores, hojas, brotes y semillas. Se reportan hasta 48 plantas que les sirven de alimento, 20 de ellas han sido comprobadas y las otras sólo datos referenciales.
Como principales fuentes de alimentación tenemos:
Higuerón Ficus sp. Frutos
Frejolillo Erytrina sp. Flores
Shequisho Encelias sp. Flores, hojas.
Overo Cordia rutundifolia Frutos, flores, brotes, hojas
Las pavas en cierta época del año suelen bajar a comer frutos de café, maíz, frejol chileno y camote; pero no son consideradas perjudiciales por los luigareños; más bien en algunas zonas aprovechan esta oportunidad para matarlas y consumirlas. La mayor abundancia de alimentos es luego de la época de lluvias, que es justamente la mejor época para la reproducción (abril, julio). Se les ha visto bajar al suelo e ingerir piedrecillas, probablemente restos de caracoles. No se ha encontrado evidencia alguna de que coman insectos. En cautiverio tampoco se les ha visto comer ni grillos ni moscas. Para la crianza en cautiverio inicialmente en la ciudad de Chiclayo se estableció una dieta:
- Purina para pollos
- Lechuga y tomates frescos
- Carne cruda (pedacitos)
- Multivitamínicos diarios en el agua de bebida.
Posteriormente, y siempre siguiendo los consejos de criadores de crácidos consultados; en Olmos se adoptó el plan dietético que actualmente persiste:
- Maíz molido fino
- Teragrán fórmula proteica
- Trigo pelado entero
- Frutas frescas (plátano diariamente)
- Multivitamínico en agua de bebida.
- Otros refuerzos como calcio u otros productos como preventivos y/o reforzantes.
Todo nos hace pensar que la alimentación sumistrada a los ejemplares es la correcta, ya que así lo confirman investigadores nacionales y extranjeros que han visitado el zoocriadero y examinado los animales. Es preciso informar de la gran importancia de haber sembrado overo (cordia rotundifolia); es un arbusto muy utilizado por las pavas en su alimentación diaria, les procura cobertura simulando su hábitat y sustituye con creces cualquier requerimiento de verdura fresca o alimento verde que necesitan las pavas.